lunes, 29 de diciembre de 2014

Centro Social Okupado*

CSO Taucho
Dicen que a la utopía le han soldado todas las puertas
para que nadie pueda acceder a ella
pero rendirse para nosotras no es ninguna opción
no hay puerta que resista un buen patadón.

Y vamos pa'dentro con las ganas
pa'dentro con la rabia
pa'dentro con tu voz, tu mirada
pa'dentro con alegría
pa'dentro con la rebeldía
pa'dentro vamos todas a buscar la utopía

Y se habita el olvido, se habita la memoria
se recupera la olvidada historia
Y no hay mío ni tuyo, no hay ni adentro ni afuera
y ya no hay hambre y no hay miseria
Y la propiedad privada es sólo un mal recuerdo
nada de es de nadie, ¡el mundo es nuestro!

Pero tipos vestidos de ladrillo quieren quitarnos del medio
los poderosos odian nuestros sueños
y quieren construirle a la utopía una pared
¡pero con nosotras no van a poder!
llevamos toda la verdad por dentro
vamos pariendo un mundo nuevo

Y seguimos resistiendo
la vida no puede ser esto
nacer-trabajar
trabajar-morir.



* Dedicado al CSO Taucho por su reciente triunfo.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Apología de mí

No me pidan que me ame y me odie a la vez.
Que tenga la autoestima alta, pero rechace la gordura.
Que pida respeto por los cuerpos, pero no defienda mi cuerpo gordo.

No puedo amar un cuerpo abstracto.
No puedo amar un cuerpo que no tengo.
No puedo amar un cuerpo distinto a este que siento y vivo.
No puedo sino amar mi cuerpo gordo.
Amar mi gordura.

No es apología de la gordura,
es apología del amor corporal,
es mi derecho a reconciliarme
con quien siempre me dijeron que era un enemigo.
Es mi derecho a amar el cuerpo que tengo.

No es apología de la gordura.
No es apología de la obesidad.
Es apología de mí.



viernes, 19 de diciembre de 2014

Las "Gordibuenas" y el ritual de la salvación.


Empecemos con algo simple: hay una graaaaaan diferencia entre romper la norma y agrandarla.

Agrandar una norma implica que más gente quepa dentro de ella (aunque siga habiendo gente fuera de ella); romper la norma es romperla de raíz para que no haya nadie ni fuera ni dentro.

Siempre que hay movimientos políticos, sociales, culturales, que quieren romper determinadas normas, hay un grupo de personas que, aunque en un principio parece que quieren romper la norma también, al final terminan agrandándola para caber al menos ellxs, porque ven la posibilidad clara de "normalizarse" y entrar al privilegiado terreno de los normales o la normalidad, y no se resisten a ello. A esto le llamo "ritual de la salvación": a ese común momento en el que -de repente- un grupo que estaba unido en una lucha concreta se ve escindido porque unxs cuantxs vieron la oportunidad propia, el rayito de luz y esperanza, la ventana abierta en la casa de la normalidad y el privilegio, y se metieron de lleno dejando al resto del grupo afuera (porque bien es sabido que no cabemos todxs allí).
Tara Lynn modelo plus-size.. "gordibuena"


Algo así pasa por ejemplo con los homosexuales que se casan, y forman familias burguesas, y son blanquitos, europeos y tienen pasta (¡y a veces son conductores de tv!) y la gente los "perdona" porque dice "¡vaya! ¡parecían raritos! ¡pero son casi como nosotros!... ¡y hasta salen en la tele!"...  esos homosexuales que hasta se pueden dar el lujo de ser de derechas y apoyar a partidos que defenestran a personas como ellos pero de clase baja (da igual que ataquen a mis iguales, que total a mí el dinero me salva, ¡¡estoy salvado!!). ¡Ouch!

También pasa con la clase media dentro del capitalismo. Cuando las papas queman y estamos en una crisis económica bestial (como ahora mismito), no dejan de oírse propuestas que se ajustan a la perfección a la clase media: ¡¡queremos volver a tener nuestros privilegios de clase media joder!! Pero las propuestas de la clase baja (esa clase que, haya crisis o no, es pobre igual) de cambiar todo de raíz, no son escuchadas NUNCA. Las cosas que escuchamos son algo así como "tengo una carrera y tres másters y aún así tengo que emigrar", o "tengo una carrera y tres másters y aún así tengo que trabajar en Mc Donalds"... es decir: ¡No quiero ser pobre! ¡Que pa'eso he estudiao! ¡Devuélveme mi privilegio! (vamos, que el problema no es el curro de mierda en el McDonalds o emigrar.. el problema es que lo tenga que hacer YO).

Y así también ocurre con ser emigrante: no es lo mismo ser un español en Alemania que un negro que llega en patera... ¡¡¡por favor!!! ¡¡¡no confundamos las cosas!!! (nótese la ironía). Y encontramos mucha gente que, siendo europeo emigrante, o teniendo familia emigrante por Europa, critica luego espantado que haya un montón de africanos queriendo cruzar la valla de Melilla (¡¡¡miraver si encima nos traen el ébola!!!)*


Llegadxs a este punto, mejor ir dejando claras varias cuestiones:


1. Hay una clara la diferencia entre buscar tu hueco en la privilegiada normalidad y romper de lleno con la norma.

2. Mucha gente confunde luchar por cuestiones justas con luchar por "salvar su propio culo".

3. El privilegio aporta ciertas comodidades, y vivir en la periferia (económica, política, cultural, corporal, sexual, etc.) es una maldita mierda (lo sabemos). De ahí venga, probablemente, el éxito de las propuestas no radicales de "salvémonos al menos unos cuantos y que el resto se las arregle".


Parece ser que esto está ocurriendo en el feminismo también**, sobre todo en un ambiente en el que desde Stop Gordofobia estamos metidas de lleno: la lucha contra la violencia estética. Los cuerpos disidentes, más específicamente las gordas, estamos reclamando existencia, y hay mucha gente, muchas webs y muchos colectivos, visibilizando este tipo de lucha. ¿Qué pasa? Que, tristemente (consciente o inconscientemente) ya se está viendo el tufo de "salvémonos las que podamos" y el body positivity del cuerpo gordo se está convirtiendo en un nuevo sesgo de belleza entre las propias gordas.

Me explico: el concepto de gordibuena ha entrado cómodamente en nuestro vocabulario, visibilizándose una "gordita" (es decir, una piba que no es delgada, pero tampoco es gordísima) que se viste bien, sabe sacarse partido, se maquilla, está empoderada, es simpática... Y, además, agreguemos que el surgimiento de este concepto ha estado muy relacionado con páginas de moda que publican consejos de belleza, de ropa, calzado,etc.

Está de sobra decir que donde haya una gorda empoderada yo soy feliz; se vista como se vista. Pero el problema está en que nuevamente se está creando una categoría excluyente (esta vez entre las gordas): si existe la gordibuena, existe automáticamente la gordimala (nuestra cultura, nuestro mundo y nuestro lenguaje funcionan -lamentablemente- así: parejas de opuestos, binarismos... si existe uno, existe el otro... o como plantea Derrida, una "presencia" genera una "ausencia").

Hay artículos en los que se ha pretendido definir -de buen rollo y en tono humorístico- a la gordibuena, y se ha hablado de caras bonitas, cuerpos gordos pero bien formados, simpatía, sacarse partido, etc. Pero, en mi opinión, hay que ir más allá: podemos ser gordas en tacones o gordas en chándal sin caer en categorizarnos como buenas/guapas o malas/feas por ello, y podemos ir todas a romper la norma maquilladas o de cara lavada.



A mi modo de ver la "gordibuena" implica muchas cosas negativas para la visibilización de las gordas en su conjunto, por ejemplo:

1. La exigencia de una apariencia determinada (por lo general las gordibuenas son las que se "sacan partido" a través de maquillaje, ropa bonita, etc) y con ello es asociable a una clase social determinada (yo, por ejemplo, no tengo dinero para comprarme ropa bonita, ni complementos, ni tiempo, ni na).

2. La exigencia de una edad determinada (por lo leído y visto hasta ahora, se asocia la gordibuena a la juventud, nunca vi que se hablara de una gordibuena de 50 años...)

3. La exigencia de una gordura limitada (no he visto JAMÁS una foto de una chica etiquetada como gordibuena que yo la vea y diga automáticamente, "es GORDA", así, con todas las letras... suelen ser grandes, exhuberantes, entradas en carnes, pero no GORDAS... son más una Tara Lynn que una Beth Ditto).

4. Suele implicar cierta proporcionalidad, lo que nos trae a la memoria toda la historia de la "matematización estética" desde los griegos hasta nuestros días, donde la propoción del cuerpo humano se establecía como medida primordial de la belleza (nunca vi como imagen de la gordibuena a una gorda de espalda ancha y piernas delgaditas, o una gorda de enorme culo y espalda pequeña, etc... incluso la "proporcionalidad" sale como característica de la gordibuena en un artículo de la ya conocida página weloversize).

5. No molestar a los ojos (sobre todo a los masculinos): la gordibuena es fácilmente aceptable hasta por el tipo al que le gustan las delgadas.. son bonitas de cara, cuerpos un poco más gorditos que los delgados pero no mucho, son coquetas, simpáticas... no unas gordas deformes amargadas que encima ni se sacan partido... lo que además, por cierto, nos culpabiliza/responsabiliza a las gordas por no gustar a los demás, en vez de señalar a los cánones como culpables (¡es ella! ¡que no se saca partido!) y hasta cierto punto puede llegar a justificar la discriminación que sufrimos.

6. Exigir aceptación: la mayoría de los artículos que leo referidos a las gordibuenas parecen decir "¡quiérenos por favor!" "acéptanos en tu club de bellas", haciendo que todo gire en torno NUEVAMENTE a la aceptación de los demás sobre mi cuerpo... sin embargo, a mi modo de ver, lo necesario para romper con la norma es decir "aquí estoy y si no te gusta, TE JODES" implicando por un lado que si se da la no-aceptación al menos no nos destruya y, por otro, que la exigencia sea de respeto -no de aceptación- mientras tomamos el espacio público empoderadas y sin escondernos.

 
Selfie de la fotógrafa Iiu Susiraja
En conclusión, la gordibuena es una gorda que cumple ciertos cánones de belleza oficialmente establecidos a la que se le "perdona" su gordura y por eso -por cumplir todos los demás criterios- le es permitido entrar al "club de las bellas" (las privilegiadas de la norma). En este sentido, se amplía la norma y caben unas cuantas gordas, pero el resto de gordas seguimos quedando fuera, seguimos siendo señaladas, humilladas, discriminadas, etc. Ya sea porque no tenemos una cara bonita, porque vamos en chándal o mono de obra, porque somos trabajadoras del hogar con manchas de lejía o comida por todas partes, porque no tenemos pasta para hacernos una limpieza de cutis o para comprar ropa bonita, porque ya no somos jovencitas, porque somos viejas, tenemos canas, estrías, la tripa caída, somos desproporcionadas o mucho más gordas de lo aceptado, tenemos celulitis o lo que sea... pero quedamos afuera, COMO SIEMPRE.

¿Que hay muchas pibas a las que esto les viene bien para su baja autoestima? ¡Por supuesto! Suponemos que habrá muchas pibas a la que la vida les será mucho más fácil de este modo, y serán mucho más felices en su día a día mirándose al espejo o caminando por la calle sintiéndose gordibuenas, iguales a las de la revista... pero ésta, amigxs, no es nuestra lucha.

  
Nuestra lucha NO es ampliar la norma estética. Es destruirla. 
O cabemos todas, o que no quepa nadie.

#StopGordofobia 

 ____________________
* Incluso se está utilizando un término para distintguir entre los dos tipos de emigración. Cuando se habla de europeos, no se dice "emigrantes" sino "expatriadxs". Ejemplo aquí, en esta sección del periódico español "El País": http://elpais.com/tag/c/bf240216bf99b85ef7147b805406509e

** Aunque se hable aquí de los feminismos que luchamos contra la norma estética, somos conscientes de que esto ocurre en más ambientes feministas, aunque entiéndase que aquí nos limitemos a hablar específicamente del que conocemos y sobre el que se pretende hacer hincapié desde el principio.  :)

martes, 9 de diciembre de 2014

Jenny Marx (¡no al marx-chismo!)

"Teniendo condiciones económicas y sociales, ofrecidas por su familia, para haber ocupado otra posición social, la bella baronesa prusiana las rechazó todas y cada una de ellas y aceptó, sin embargo, permanecer para siempre junto a Marx, le dio su amor y su cariño, consagró su vida al servicio de su marido y de su prole. Pero sobre todo, y  ahí radica la importancia de ésta mujer,  le procuró la estabilidad, la paz, el sosiego y la despreocupación doméstica necesaria y suficiente  para que él se consagrase a  la creación,  inmensa, teórica y política que ayudaría a cambiar el mundo"***



Como el 99% de las mujeres que se casan (y encima aguantan hasta el final su compromiso) Jenny Marx tuvo una vida bastante miserable junto a su esposo, Karl Marx. Tanto es así que el propio Karl Marx, cuando su hija Eleanor comenzó a salir con el socialista radical Lissagaray (¡un anarquista! según Karl), se opuso a la relación fervientemente (aunque ella como buena socialista feminista se rebeló contra la opinión de su padre e hizo lo que le salió de los ovarios). Muchos creían que la oposición de Marx venía porque el susodicho era anarquista (¡razón de peso! ¡válgame dios! ¡un anarquista!) pero la realidad -según la propia Eleanor- es que Marx temía que ese señor socialista-radical diera a su hija la misma miserable vida que él mismo le había dado a su amada Jenny. Porque sí. La quiso mucho. ¡Pero vaya mierda de vida!

Jenny y Karl vivieron juntos no sólo la muerte de varios de sus hijos y la pérdida del respaldo económico de la familia de ella por irse con este barbudo, sino que encima la persecución política a la que fue sometida Karl (¡por ser tan crack!) implicó que tuvieran una inestabilidad económica absoluta durante toda su jodida vida (dependiendo enormemente de las ayudas del camarada Engels), llevándoles -entre otras cosas- a la emigración, a la miseria y al hambre. Eso sí, cuando había algo de pasta -cuenta Eleanor- se daban unos grandes banquetes en su casa, donde los Hombres hablaban de política y economía (y sólo dos mujeres -sus hijas- participaban), rodeados de abundante comida y buen vino... (¡vamos! ¡que se tomaban hasta el agua de los floreros!) Y luego, con la resaca, vuelta a la miseria. 

De Rubén Maldonado [Hysteria.mx]
Jenny era una chica fina, culta, amante de la literatura y la filosofía, de clase alta. Ella y Karl se enamoraron -cuenta la historia- porque se lo pasaban en grande de jovencitxs hablando y debatiendo por ahí (las ideas revolucionarias fluyen... ¡y enamoran, oiga!). Cuenta la historia que ella dejó todo por amor (como bien nos enseña el patriarcado) y pasó a formar una familia, criar hijos y cuidar una casa. Y aguantó todo... Todo. Aguantó incluso -dicen las malas lenguas- hasta un posible hijo bastardo de Karl con la empleada doméstica.

Repetimos: Como el 99% de las mujeres que se casan (y encima aguantan hasta el final su compromiso) Jenny Marx tuvo una vida bastante miserable junto a su esposo, Karl Marx.

Madre abnegada, cuidadora de la prole, descanso del guerrero socialista, transmisora de paz y de sosiego al pensador... puede que sí. Pero nada que exaltar, festejar o de lo que jactarse: el machismo de izquierda o con fin revolucionario, sigue siendo machismo.

___________

*** Fragmento del post lamentable del PCPE sobre la vida de Jenny Marx: http://unidadylucha.es/index.php/mujer/mujer-nueva/1096-pilimin


[La mayor parte de lo expuesto aquí está basada en el libro "Eleanor Marx, hija de Karl", de María José Silveira. (Txalaparta: Nafarroa, 2006)]

viernes, 24 de octubre de 2014

Libres

PATRIA

Se puede amar en la distancia
siendo las distancias cortas, o enormemente largas
no, no es necesario poseer para querer
todo lo de disney es un fake
no, no es necesario el tacto para amar
ni viceversa, estoy aquí, estoy allá
envuelta en alas de libertad
ni el cuerpo ni la mente dejes encadenar
es posible la existencia en dos partes
es posible la vivencia en tres lugares
el corazón suficientemente grande
abarca diez tierras, mil amores, 

dos mares.

PASIÓN

Mala suerte al que intente definir el amor
establecer jerarquías, límites de la pasión
defender fidelidad, defender el dolor
sacrificio, eternidad, reducir todo a dos
yo quiero sentir la caricia en el cuello
quiero disfrutar del sudor de los cuerpos
de las voces que practican sexo
fluir con el eros en el placer de lo diverso
sin peros, la rabia va del quiero al puedo
rompiendo fronteras, pensamientos rectos
revolución en la cama y en el pecho
bailando al compás de las cadenas
rompiendo.

PLATÓN

Me encanta irregular y loco el trazo
analizar por qué está vacío el vaso
mirar a través de esos lindos ojazos
lo que la autoridad me prohíbe a porrazos
vivir en lo imposible, nunca en el fracaso
por eso la utopía siempre está en mis brazos
me enredo en su ombligo y más abajo
porque lo establecido da, realmente, asco
y guardaré mis miedos en un frasco
para que con platón se hagan mil pedazos
y juntas con sus restos nos haremos
un faso.

_
M. Piñeyro

domingo, 19 de octubre de 2014

La lacra del purismo idealista en los movimientos sociales

Cuando eres adolescente y descubres a Marx se te hincha el pecho satisfecho de rebeldía: leer a Marx es una acción revolucionaria en esta sociedad capitalista. Y a veces ese sentimiento termina en idolatría. Sin embargo, con el tiempo y -sobre todo- con la militancia política, acabas descubriendo tres cosas importantes: 1) la obra de Marx no es una biblia; 2) a Marx no le hubiera gustado que lo fuera; y última y más importante 3) Marx marcó un antes y un después en teoría política por ser el autor que nos hizo bajar a tierra (literalmente hablando). 

Cuando en las Tesis sobre Feuerbach Marx sentencia "los filósofos se han encargado de interpretar de distintos modos la realidad, de lo que se trata es de transformarla", no sólo apunta al fin que él puede considerar que tenga la filosofía como disciplina, sino que hace referencia a la forma misma de hacer filosofía (teoría): hacer filosofía desde la terrenalidad. 

Así, el carácter materialista nos aleja del idealismo que imperaba hasta entonces. 

El idealismo (esa corriente  de pensamiento que podemos decir empezó con Platón y su teoría del mundo de las ideas, y que ha derivado en numerosas corrientes poco "terrenales") mantiene que las ideas son algo independiente a la realidad, mientras que el materialismo afirma que las ideas son consecuencia de la experiencia. ¿Por qué es importante esto? Esto es importante porque marca una diferencia fundamental de cara a la transformación del mundo: la meta no es inventar unas ideas muy guapas y luego intentar que la realidad se adapte a ellas; la meta es describir y analizar la realidad existente para poder transformarla; la primer corriente escribe desde el anhelo, la segunda desde la posibilidad.

Así también, están las organizaciones políticas que trazan sus actividades y acciones desde un análisis de la realidad y barajando las posibilidades de transformación actuales, teorizando desde la contextualización; y están las organizaciones que tienen un ideal/ideario firme e inamovible, y todo aquello que no se adapte a él, lo rechazan o lo dejan fuera de lo que es considerado por ellos como """revolucionario""". A estos últimos es a los que llamo PURISTAS: o sea hace como yo creo que debe ser (adaptándose a mi idea platónica de verdad, justicia y revolución) o no lucharé junto a ti. O aún peor: te boicotearé hasta morir. 


Un ejemplo cercano

Este sábado 18 de octubre, numerosas organizaciones políticas y sociales convocaron en Canarias una manifestación en contra de las Prospecciones Petrolíferas que el Ministro Soria y RePPsol han planeado para las islas. El descontento popular respecto a esto ha llevado la población a organizarse y responder, exigiendo tener voz y voto, es decir, soberanía. Por ello desde el principio se ha pedido un referéndum. ¿Qué ha pasado? Que como siempre hay algún político o partido de turno que se apunta el tanto, y el referéndum no es lo radical que esperábamos, ni la movilización tan "pura" como nos hubiera gustado.  En este caso, Coalición Canaria (partido de derechas con un amplio currículum antiecologista) se está intentando apuntar el tanto de lo conseguido por la movilización popular y pretendiendo conseguir votos, con un discurso facilón, edulcorado y oportunista.

Todo esto hay que tenerlo en cuenta, cierto (siempre pasa).

Sin embargo, la nota la ha dado el Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC), con una respuesta incomprensible, que me ha dejado completamente perpleja: no se les ha ocurrido otra cosa que llamar a la desmovilización y a no votar el referéndum por considerar que la pregunta no se adapta a lo que esperábamos, y que ese referéndum no es más que una "cuestión burguesa" (dedicándose, en la manifestación, a repartir panfletos en contra de votar en el referéndum del 23N).

No voy a entrar en debates como que el PCPC dice que el referéndum que pedimos es burgués, pero por otro lado es un partido electoralista que participa de todas las demás elecciones del Estado español. Simplemente dejaré aquí al final dos tesis más de Marx y concluiré con un 

- HARTA Y MÁS QUE HARTA de que numerosas personas, partidos y organizaciones seamos incapaces de poner los pies sobre la tierra, de bajarnos de la nube platónica de la idea utópico-revolucionaria y de ponernos codo a codo a  luchar con las movilizaciones populares (aún no siendo éstas lo que todxs queremos o esperamos que sean). 

- HARTA Y MÁS QUE HARTA de que se siga difundiendo la idea de "la revolución para el pueblo sin el pueblo", como si el pueblo no fuera capaz de liberarse, o como si el pueblo fuera estúpido (la experiencia de ser una persona oprimida genera la propia idea de opresión y la conciencia de la misma). 

- HARTA Y MÁS QUE HARTA de que se rechace sistemáticamente todo lo que no cabe en ese cuadradito ideológico que sostemos más como identidad que como trinchera, prohibiendo que se filtren modificaciones de cara a la verdadera praxis revolucionaria.

El 23 de noviembre VOTAMOS NO AL PETRÓLEO EN CANARIAS. No porque sea el referéndum perfecto. No porque estemos cambiando por completo el mundo o todo lo que queremos. No porque vaya a llegar por fin el tan soñado socialismo. Votamos HOY esto porque no queremos petroleras aquí y queremos gritarlo hasta el triunfo. Votamos HOY porque queremos decidir sobre nuestra tierra y nuestros recursos. Votamos HOY ESTO porque el referéndum es fruto de la lucha de un pueblo... ¿Y qué quieren que les diga? Prefiero a un pueblo que lucha con las herramientas que tiene, a un partido comunista que de tan tan tan puro rechaza y boicotea la lucha de su propio pueblo...

El purismo idealista es el opio de los pueblos.


"Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento." (Tesis II)

"La vida social es, en esencia, práctica. Todos los misterios que descarrían la teoría hacia el misticismo, encuentran su solución racional en la práctica humana y en la comprensión de esa práctica." (Tesis VIII)



Y perdón si ven mi crítica muy destructiva. Pero es imposible construir con quien destruye.

viernes, 17 de octubre de 2014

Aliados sí, pero no así: la toma fundamental del espacio público




Ya por la época de los griegos (siendo muy generalistas: espacio y tiempo de nacimiento de la “democracia”), los hombres definieron quiénes podían acceder al espacio político de las decisiones: los hombres, adultos, ciudadanos, libres. Quedaban así por fuera las mujeres, los niños y niñas, los extranjeros y los esclavos. Esta simple idea inicial ilustra a la perfección lo que vamos a exponer a continuación.




Cuando desde los feminismos hablamos de la división del espacio público y el privado, hacemos referencia al conocido como “pacto” burgués de la división del trabajo (que de “pacto” tiene poco), que define a la mujer del hogar y al hombre trabajador de la fábrica como organización básica de la familia, el capitalismo y el Estado (todo bien ordenadito y todxs obedientes, que con caos no hay productividad).

Pero además, cuando las feministas reclamamos el espacio público (ese negado a mujeres, niñxs, esclavxs y extranjerxs desde los griegos) también reclamamos otras muchas cosas. Cuando hablamos de tomar el espacio público, hablamos de tomar TODOS los escenarios: el escenario musical, el político, la calle, el discursivo, el del trabajo, el revolucionario, etc. Tomar esa voz que se nos ha quitado desde tiempos remotos. Pero aún más: las recientes luchas de carácter “corporal”, es decir, desde la diversidad corporal, han dado un salto muy grande y reconocido que personas como –por ejemplo- las de diversidad funcional, las trans, o las gordas, estamos encima invisibilizadas en cuanto a la “imagen”: es decir, NO EXISTIMOS EN ABSOLUTO. Carecemos completamente de representatividad, no nos encuentras en ningún lado (películas, música, publicidad, etc); por ello, se ha sumado a esta “toma del espacio público” (en el concepto amplio antes explicado) la toma de la IMAGEN por parte de los cuerpos disidentes. Colectivos trans, antigordofóbicos y anticapacitistas, hemos decidido dar un paso adelante y, con las redes sociales como herramienta, iniciar diversas y amplias campañas por la visibilización de nuestros cuerpos no-normativos.

Como administradorxs de Stop Gordofobia, queremos decir que –en nuestro caso, en nuestra experiencia- las campañas por la visibilización de otros cuerpos y otras bellezas han tenido dos efectos a resaltar y consecuencias respectivamente:

1. Las personas que participan mayoritariamente son mujeres

2. Las personas que participan no son todas “gordas”.
 

Creemos que en cuanto al primer caso está claro que desde los ámbitos feministas y antigordofóbicos se está contribuyendo al empoderamiento de las mujeres y las ganas de “salir del armario” se reflejan en la cantidad de fotos que se nos envían (incluidas frases subversivas en ellas ¡yeah! <3). En el segundo caso es más complicado, pues muchas de las chicas que nos han enviado fotos son consideradas “delgadas” por muchas otras participantes de la página, y los debates han sido muy duros: muchas de ellas estaban pasando por un proceso de empoderamiento de su cuerpo desde la superación de sus Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), ¿con qué derecho decirles qué son o qué no son? Con todo, al final concluimos que, por un lado, es necesaria nuestra visibilización y toma del espacio público como mujeres y como mujeres que se consideran no-normativas o, más bien, desobedientes de la norma estética; y por otro lado, que no podemos definir (o por ahora no lo hemos logrado) qué es ser gorda, pues parece que ser gorda (ahora mismo) es ese amplio espectro que queda fuera de la mitificada 90-60-90.

Un caso distinto al nuestro es el de la reciente campaña promovida por las compis de Arketipa. En su campaña –la cual nos encanta- han participado más hombres que en las nuestras, pero, sin embargo, no todos son hombres gordos, de hecho son muy pocos los hombres gordos que han participado lo cual debería provocarnos cuanto menos una reflexión al respecto. 


¿Con esta puntualización que queremos decir?

 
Volvamos a quién define el espacio público y para quién está disponible. Y recordemos cuál es el motivo de las campañas de cuerpos disidentes: mostrar lo no-normativo, lo diverso, lo invisibilizado. En este grupo (bastante amplio) no entran los hombres delgados o fibrados pues no sufren las estigmatizaciones del cuerpo invisibilizado por el patriarcado (el de las mujeres en un sentido amplio) o el estigmatizado por salirse de la norma (trans, gordxs, reglosas, peludas, personas de diversidad funcional,   etc.). Todo lo contrario: los hombres con cuerpos muy cercanos a la norma estética imperante gozan de muchísimos privilegios al estar en la cúspide de esa pirámide que los cánones de belleza nos imponen y que nos divide en guapas y feas.

No se nos entienda mal: ni queremos criticar la campaña de las compañeras (pues es imposible controlar quiénes envían las fotos, y suponemos que al igual que nosotrxs en Stop Gordofobia, nunca censurarían a nadie) ni pretendemos definir lo no-normativo; al contrario: queremos señalar lo normativo. Y lo normativo en esta sociedad heteropatriarcal es ser hombre, blanco, cisgénero, heterosexual, delgado, fibrado… con su correspondiente privilegio de visibilización y “propiedad” del espacio público. Por eso compas que enviaron sus fotos a la campaña de Arketipa (y desde la conciencia de que ustedes seguro tendrán otras opresiones, no lo negamos) les agradeceríamos que reflexionaran sobre el protagonismo que adquiere la visibilización de sus cuerpos frente a los otros y del privilegio que ello supone. No porque no puedan disfrutar de sus cuerpos, no porque no puedan apoyar la campaña, o defenderla (cosa que estamos completamente seguras que sí), sino porque mientras ustedes, privilegiados, sigan tomando el espacio público y de visibilización (y aún más en los espacios de disidencia y reivindicación que estamos construyendo) no podremos entrar nosotrxs, empoderadxs y triunfales, o al menos, no del todo. No pronunciamos este discurso desde el odio, la flacofobia o el victimismo (pese a que muchxs intenten deslegitimarlo desde esas lógicas), pues sabemos no sólo que ese no es el camino que nos llevaría a la victoria en nuestra batalla frente a la gordofobia, sino porque sabemos perfectamente que una gran parte de ese cambio también radica en nosotrxs mismxs (y estamos en ello, con mayor o menor éxito, con mayor o menor dolor durante el proceso, con sus idas y venidas, con sus incoherencias, pero estamos en el camino). Pero debemos decirlo: al igual que hay muchos hombres feministas que se empiezan a trabajar esos privilegios de género en espacios de trabajo en pro de potenciar ambientes mucho más sanos e igualitarios respecto a su compañerxs intentando no asumir siempre el turno de palabra, no alargando sus intervenciones, dejando a un lado la agresividad, no elevando el tono de voz... pedimos lo mismo respecto a sus cuerpos. No por paternalismo hacia nosotrxs, no por caridad, no por ir de “salva ballenas”, sino por puro feminismo. Aliadxs sí, pero no así.


Carlos Savoie y Magdalena Piñeyro
[Administradorxs de Stop Gordofobia].
_______________________________________________________

* Debido a posibles polémicas con el texto, escribimos este agregado: 1) nuestro artículo no es una crítica al colectivo Arketipa ni a su campaña; 2) nuestra crítica es a las personas normativas que comparten fotos en campañas por la aceptación de la no-normatividad; 3) si bien esta es la primera vez que escribimos sobre esta cuestión es algo que llevamos pensado mucho tiempo, sólo que hasta ahora no nos habíamos atrevido a expresarlo, nos faltaba el impulso; 4) ante todo planteamos una crítica constructiva a compañerxs, y esperamos que se entienda en este contexto. (18/10/2014)