viernes, 22 de mayo de 2015

Una voz más con Takbar Haddi. Una voz más por el Sáhara Libre*.

Yo tenía aproximadamente 20 años la primera vez que oí hablar del Pueblo Saharaui (y eso que vivo en Canarias, a pocos kilómetros de la costa de África continental, y cada determinado tiempo la arena del desierto en suspensión llega con el viento a nuestras islas en forma de "calima"). 

Todo ocurrió en un aula de mi facultad. Un profesor de Filosofía Social invitó a una mujer saharaui a hablar de su pueblo. Era abogada, pero no recuerdo su nombre. Nos habló de la ocupación marroquí del territorio del Sáhara Occidental, y de cómo se traduce esta ocupación en el día a día de las personas saharauis, consideradas -a decir verdad- menos que personas. En los territorios ocupados del Sáhara, algo tan simple como querer una verdura determinada y que haya un colono que también la quiera, significa prioridad del colono sobre ti y que éste se lleve la verdura que tú querías (y así en todos los servicios). La voz de los saharauis está silenciada y algo tan simple como afirmar abiertamente tu identidad (que eres saharaui y no marroquí), o tener una bandera saharaui, puede llevarte a la ruina.

En el Sáhara unas vidas valen más que otras. O más bien, las saharauis no valen nada para el gobierno invasor marroquí.

Señal de Sahara Libre
De todas las calamidades y violaciones de derechos humanos continua que nos describió la abogada saharaui aquella mañana, hay dos cosas que recuerdo claramente y que describen mucho -a mi modo de ver- la rutinaria infravaloración y abuso en los territorios ocupados. Nos contó que los y las estudiantes saharauis son apaleados sistemáticamente durante la época de exámenes para que no puedan estudiar y no puedan acabar nunca sus carreras (y es que como sabemos, ser cultos es una forma de ser libres, o de llevar libertad a su pueblo). Un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando nos relató la historia de un niño de 7 años [1] que había alzado las manos en la clásica señal de libertad [2] y que su "atrevimiento" (que no sería más que inocencia y repetición de algo que vio hacer a algún adulto) le había costado ser  torturado en los calabozos de las cárceles marroquíes durante semanas. Repito: un niño de 7 años.

Tiempo después de la charla de esta mujer en la facultad, tuve la oportunidad de oir en el CSO Taucho a una de las tantas estudiantes saharauis luchadoras -Sultana Haya- relatar en primera persona su experiencia. Nos habló de juicios injustos, palizas en manifestaciones, detenciones ilegales, torturas sufridas en los calabozos, personas desaparecidas, jóvenes asesinados... Nos contó que a ella, durante una carga policial, un policía marroquí LE ARRANCÓ UN OJO y luego, sin siquiera llevarla ante un médico, fue arrastrada a los calabozos para ser torturada de múltiples formas (formas que soy incapaz de redescribir aquí y ahora, pero que recuerdo perfectamente en su voz). Unas cuantas de las presentes en aquella charla no pudimos contener las lágrimas.

Es que redacto esto y se me llenan de lágrimas los ojos... ¿Cuánto tiene que sufrir un pueblo para que alguien le haga caso?

Esto que cuento es sólo una ínfima parte de lo que ha sufrido y sufre el pueblo saharaui a manos del gobierno de Marruecos, ante el pasotismo y el silencio cómplice de los organismos internacionales y ante la ignorancia (voluntaria o no) de la población mundial. 

Informarte sobre el Pueblo Saharaui es oir voces que hablan de violencia, de dolor y de muerte. 

Leer sobre el Sáhara es encontrar palabras que derivan todas en genocidio.



Haidala y la huelga de hambre de Takbar Haddi

Takbar Haddi
Desde que empecé a informarme sobre la lucha del  pueblo saharaui me quedó algo muy claro: las mujeres saharauis (co)protagonizan la lucha por la libertad. Están en la calle, han tomado lo público y se hacen oir: hay mujeres en las manifestaciones, hay mujeres en la política, mujeres organizando(se) desde el núcleo familiar y en la universidad, mujeres que hacen huelgas de hambre, hay mujeres que difunden el mensaje de libertad para el Sáhara allá donde vayan... Las saharauis luchan en su tierra y desde el exilio, y esto es algo que molesta profundamente al gobierno misógino marroquí.

Hoy, una vez más, las noticias que llegan de la lucha saharaui vienen de la mano de una mujer: el 15 de mayo del 2015 Takbar Haddi inició una huelga de hambre indefinida (frente al Consulado de Marruecos en Las Palmas de Gran Canaria) exigiendo justicia para su hijo, Mohamed Lamine Haidala, quien fue asesinado en extrañas circunstancias (víctima de múltiples agresiones) en los territorios ocupados del Sáhara, estando involucrados en el asunto tanto colonos y autoridades policiales marroquíes, como médicos negligentes que se negaron a ofrecerle la atención necesaria para salvarle la vida.

Takbar Haddi pide que los hechos en torno al asesinato de su hijo sean esclarecidos. Exige -entre otras cosas- una investigación independiente de lo ocurrido, así como de la negligencia médica y de la tortura policial a la que fue sometido Haidala; pide también la detención de los colonos que agredieron al joven (los autores de golpes y apuñalamiento que, sumado a la negligencia médica y a la tortura policial, le causaron la muerte); y, por último, solicita la entrega de los restos de su hijo para darle un entierro digno. 

En el comunicado de inicio de la huelga Takbar Haddi afirma: "anuncio mi entrada en huelga de hambre indefinida hasta conseguir mis mínimos y legítimos derechos como persona, o morir en el intento".

Nada temen las que no tienen nada que perder. 

Estamos contigo, compañera.



Apoya a Takbar Haddi firmando aquí:  


O compartiendo una foto tuya con la frase "Justicia para Haidala" aquí: 

 https://www.facebook.com/pages/Apoyo-a-la-Huelga-de-hambre-de-Takbar-Haddi-por-su-hijo/540316166109493?fref=ts

Y sobre todo, DIFUNDE. 

Gracias.

_______________
* Esto es una voz personal (la mía) de apoyo al pueblo saharaui y en concreto a Takbar Haddi. 
Para más información objetiva (histórica y cultural) sobre el Sáhara: http://www.saharalibre.es/ 
Para más información sobre la huelga de hambre de Takbar Haddi y el caso de Haidala:
http://justiciaparahaidala.blogspot.com.es/  
https://www.facebook.com/pages/Apoyo-a-la-Huelga-de-hambre-de-Takbar-Haddi-por-su-hijo/540316166109493?fref=ts

[1] No he encontrado noticias sobre este niño específicamente, pero sí esta noticia sobre tantos otros niños torturados en las cárceles marroquíes: https://www.flickr.com/photos/sahara/104121293

[2]  Un símbolo de la lucha por la libertad del pueblo saharaui es levantar las dos manos en señal de paz

domingo, 17 de mayo de 2015

Relato

ACABAR CON LOQUEMESOBRA


Sé, desde pequeña, que dentro de mí se esconde una flaca que en algún momento saldrá a la luz si yo me esfuerzo lo suficiente. Es mi compañera de todas las horas, de todos los días. Mi único sueño cada noche, mi primer pensamiento cada mañana. Ella es una pobre flaca oprimida por todos los pliegues de grasa y todos los kilos demás que tiene este cuerpo. Ella es como la última muñequita rusa del juego. Mi yo flaca, mi yo verdadero. Y ¿sabés? ¡Tengo que liberarla de acá dentro!

Por cierto, me llamo María, y aunque a simple vista veas que aquí sólo hay un cuerpo, en realidad –como te decía- son dos. Tengo el cuerpo fragmentado: una parte es la que soy yo (es decir, Mimejorversión) y la otra parte es Loquemesobra, un error agregado al modelo original. Loquemesobra lo odio, me da un asco impresionante. No soporto ni verlo ni tocarlo, no quiero que se me acerque ¡puaj! Es como… como un fallo de fábrica, ¿sabés? Una carne ajena. Un trozo a tirar a la basura. Algo que no debería estar ahí bajo ningún concepto. Algo que yo me voy a encargar de arreglar personalmente.

¿Sabés? Incluso me pasa que cuando me busco en el espejo, en él solo veo un cartel luminoso que dice 404 NOT FOUND. Me busco ¡pero no me encuentro! ¡¿entendés?! Es muy raro, pero no estoy ahí, ¡te lo juro por mi cara bonita! (la que está debajo de esta que ves cachetona). Eso del espejo, definitivamente, no soy YO. ¡Mi YO es otra cosa! Para que me entiendas… yo soy… Yo soy la última muñequita rusa. La pequeña y delicada. La linda. La recubierta y protegida. La escondida tras estas inmundas capas adiposas que vos ves a primera vista.

Yo sé que tengo dentro de mí a mi verdadera imagen: Mimejorversión, ¿entendés? Me está esperando en algún lugar ahí adentro, y saldrá cuando yo me esfuerce lo suficiente ¡Me lo dijeron las cinco nutricionistas que he visitado! ¡Dicen que ya llegará! El lunes que viene, el mes que viene, el verano que viene, o el año que viene… ¡pero va a llegar!

En cualquier caso, que quede entre vos y yo, pero… ya tengo un plan para adelantar los acontecimientos. Es que… Mimejorversión me espera, y yo no quiero hacerla esperar más, ¿entendés? Odio con toda mi alma a Loquemesobra. Así que tengo un nuevo plan especial y transgresor... porque en realidad ya he probado todos los métodos tradicionales y ninguno ha funcionado.

Mirá te cuento: probé con varias dietas (la dieta de los coles de bruselas, la dieta de la sopa, la dieta de la luna, la dieta de la zanahoria, la dieta de los refrescos light…) y no funcionó ninguna porque tarde o temprano Loquemesobra volvía y a veces incluso volvía más grande. También me he machacado encerrada en la oscuridad de sórdidos gimnasios, aunque huí de ellos pronto porque el resto de la gente que los frecuentaba me miraba con asco cuando sudaba (¡claro! no podía explicarles que ese sudor no era de mi verdadera yo, sino de Loquemesobra)… Opté entonces por salir a caminar por el parque (incluso lo hice envuelta en plástico para sudar más y acabar antes con Loquemesobra), pero las miradas en la nuca (y algunos insultos a Loquemesobra) me volvieron a empujar al abandono de otro plan más. Intenté también fumar (dicen que ayuda), probé con ayunos durante varios días, vomité alguna vez, y hasta tomé pastillas que me recomendaron farmacias y centros de estética (bien saben ellas ayudar a todas las enfermas de ocupación de Loquemesobra, ¡este maldito parásito!… pero conmigo no funcionó nada, creo que por culpa mía que hice algo mal, o porque Loquemesobra, en mi caso, es un enemigo muy fuerte). Me faltó no más probar con la cirugía estética, lo que pasa que no tengo dinero suficiente… ¡Sino vaya que si lo intentaba! ¡Dicen que eso sí soluciona todo y para siempre! Aunque hay gente también que advierte que son peligrosas... Pero.. ¿Qué querés que te diga? ¡Me da igual! ¡Yo lo intentaría! ¡Haría lo que fuera por deshacerme de mi archienemigo Loquemesobra!

En fin, como te iba contando, estoy trazando un plan que creo que va a ser infalible para acabar con Loquemesobra. El otro día me puse a pensar que para encontrar a la última muñeca rusa hay algo que no puede fallar: ¡¡¡destrozar a todas las muñecas que la cubren!!! Dios mío… ¡¡¡Si es que soy brillante!!! ¿¿verdad??

Así que nada, el plan es el siguiente: esta noche, cuando pase el tren de las diez y cuarto, voy a lanzarme a las vías como un gusano de seda esperando que la cáscara se rompa y vuele por fin mi flaca, hermosa y pequeña muñequita rusa como una mariposa libre en la noche. 

¿Querés venir conmigo y ser la primer persona en observar mi belleza?